El entrenamiento del día de la fecha fue en Ezeiza bien temprano y los dos jugadores decidieron ir juntos en el auto del Keko. Cuando estaban subiendo a la autopista Riccheri, un auto con 3 delincuentes los interceptó y los hizo dirigirse hacía la zona de Cañuelas.
Llegados a esa zona, los delincuentes le robaron las pertenencias a ambos y huyeron en el Fox negro de Daniel Villalva, luego de antes haberlos amenazados de dispararles en las piernas -acto que no sucedió afortunadamente-.
Tiempo más tarde de haber sucedido todo esto, los jugadores llegaron al predio de River en Ezeiza y manifestaron lo sucedido. De esta menara, el encargado de la Seguridad del Equipo los acompañó a hacer la denuncia a la comisaria correspondiente de la zona.
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