24/4/12

River ganó, gustó y pudo haber goleado



 River Plate pasó por encima a Instituto en el campo de juego y lo superó por 1 a 0, aunque pudo haber sido una goleada. Con el triunfo, se ubicó segundo, pero ahora a solo a 1 punto de el líder...

 River fue superior durante todo el partido. Apenas le costó acomodarse los primeros 15' de juego. Se notó el pedido de Almeyda de presionar la salida rival, ya que Instituto nunca pudo salir cómo desde abajo. En cada saque de arco para el visitante, el tridente estaba listo para convertise en los primeros defensores del equipo. Mas atrás esperaban Cirigliano y Ponzio, que presionaban la salida en el medio, uno yendo a buscar y el otro relevandolo. Diaz era quién salía a buscar la pelota cuando el balón era enviado largo sobre la banda izquierda local y González era quién volvía para cuidar su puesto. Así planteó el partido Almeyda, anulando a Instituto en todas las líneas, sin dejar la mínima posibilidad de expresión en los jugadores de La Gloria, que no tenían otra opción que luego de ser presionados abajo, revolear la pelota para arriba.

Ofensivamente, el Millonario se paró con una línea de tres en el fondo, con cuatro volantes y el famoso tridente. Carlos Sánchez finalmente no fue el cuarto defensor, sino que fue volante derecho, mientras que César González fue el volante por izquierda. En el medio estuvo en tándem Cirigliano-Ponzio, que aportó claridad en distribución y salida limpia con el juvenil, y equilibrio y recuperación con el ex Zaragoza. En la delantera, Domínguez jugó de extremo derecho, y no ocupó el puesto de enlace que generalmente lo saca de partido. Cavenaghi y Trezeguet fueron los centrodelanteros, pero fue el número 9 quien tuvo la tendencia de tirarse atrás para recibir y conectar el juego.
River tuvo varias chances para subirse arriba en el marcador en el primer tiempo, pero ningún balón llegó a tocar la red. Trezeguet y Cavenaghi se buscaron, Domínguez se enchufó, el "Maestrico" generó y Sanchez se proyectó. Instituto apenas tuvo una con un remate cruzado del adolescente Dybala.

 El gol se hizo esperar hasta el segundo tiempo. Pero la alegría llegaría a los 10 minutos. Luego de una buena jugada de el "Maestrico" y un remate de Cavenaghi, David Trezeguet anotaría el único gol del partido luego de pegarle mordido al rechazo de Chiarini.
Damiani se iría temprano a las duchas luego de ser expulsado polémicamente luego de un forecjeo con González en el área Millonaria. Instituto se quedaba con diez, y ya sin Videla, quien maneja los hilos, en el campo de juego.

 Almeyda pidió a sus players que no se tiraran atrás y que no cesaran con la presión que tanto resultado les estaba dando. Y así fue, River siguió yendo a buscar y pudo haber anotado dos o tres goles más si la suerte estaba de su lado. La figura de Chiarini, la mala definición y el travesanio, fueron los motivos por los que el partido no terminó con más anotaciones. El técnico de River fue el autor intelectual de la victoria. Acertó con el esquema, con el planteo y con los jugadores. Siempre pidió ir a por más goles y no se achicó en ningún momento del partido. El equipo se superó a si mismo, y si esto continúa, no hay rival en la categoría que pueda hacerle frente a semejante monstruo.

 Era un partido trascendental, uno de esos partidos donde toda la gente que generalmente se queda en su casa para verlo tranquilo, se moviliza y va hacia el Monumental. Gracias a esto, el marco fue nuevamente inmenzo, con una cantidad de hinchas monstrusa. Todas las tribunas estaban colmadas y varios minutos antes del comienzo del partido ya no cabía mas gente. La gente vivió el partido como una final, como los jugadores a quienes se los vió mucho más "enchufados" que otras veces. Luego del pitido final de Maglio, la gente alzó sus brazos, celebró, cantó y saltó. La gente estaba contenta, porque River ganó, gustó y hasta pudo haber goleado a el, por ahora, puntero del campeonato.

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